Egipto ha sido, durante siglos, uno de los lugares más importantes para el descubrimiento de hallazgos arqueológicos, revelando secretos fascinantes del mundo antiguo.

Los majestuosos monumentos, como las pirámides y otras construcciones, han asombrado a generaciones de espectadores. Sin embargo, uno de los hallazgos más intrigantes proviene de una momia envuelta en un lienzo con un misterioso escrito.

La devoción y las creencias religiosas del Antiguo Egipto

Las creencias religiosas del antiguo Egipto ejercían una gran influencia en todos los aspectos de la vida cotidiana. Los egipcios adoraban a sus dioses y a las fuerzas de la naturaleza, lo que reflejaba su visión del mundo. Uno de los ejemplos más significativos de esta devoción es la veneración del río Nilo, al que consideraban una deidad. Los egipcios también creían que los dioses controlaban su destino, tanto en la vida como en la muerte.

La momificación era una práctica exclusiva de las clases altas de la sociedad egipcia. Aquellos que gozaban de riqueza y poder podían permitirse este elaborado ritual, mientras que las personas de menor estatus social eran enterradas en simples fosas. Los antiguos egipcios creían en el juicio después de la muerte. Se pensaba que, al fallecer, las almas de los difuntos eran llevadas en una barca al reino de Osiris, el dios de la resurrección, donde serían juzgados por un tribunal de 42 jueces en una gran sala celestial.

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Un hallazgo singular: la momia de Nueva Zelanda

En todo el mundo, las momias mejor conservadas han sido exhibidas en museos, despertando el interés de arqueólogos y curiosos por igual. Pero una momia en particular, exhibida en Nueva Zelanda, ha causado una gran sensación debido a la enigmática escritura que cubre su envoltura de lino. El texto, que se extiende a lo largo de 40 metros de tela, está escrito en un material extremadamente valioso. Se trata de un fragmento del famoso «Libro de los Muertos», un manuscrito crucial para los egipcios en su viaje al más allá.

El «Libro de los Muertos» era de gran importancia para los egipcios, ya que contenía los textos necesarios para ayudar a los fallecidos a navegar en el más allá. Este libro no solo era un objeto invaluable por su costo, sino también por lo que representaba espiritualmente. Según los antiguos egipcios, el libro contenía fórmulas y encantamientos que permitían a los muertos superar las pruebas de Osiris y evitar la «segunda muerte», o la destrucción eterna.

En sus inicios, solo los faraones tenían acceso al «Libro de los Muertos». Sin embargo, con el tiempo, el texto se fue popularizando entre otras clases sociales. Cabe destacar que no existía una única versión de este libro, sino muchas. El mero hecho de poseer una copia no garantizaba la inmortalidad. Los difuntos debían enfrentarse a múltiples desafíos y pruebas, incluyendo seres malignos y peligrosos acertijos. Durante el funeral, un sacerdote recitaba pasajes del libro para dotar al fallecido de los poderes necesarios para su travesía.

Travesía del más allá y la vida después de la muerte

El «Libro de los Muertos» no solo servía como una guía, sino que también otorgaba poderes místicos al difunto, permitiéndole enfrentarse a las amenazas en su viaje al más allá. Por ejemplo, el texto contenía una oración específica que ayudaba al difunto a derrotar a la serpiente Apofis, una de las criaturas más temidas en el inframundo.

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Una de las etapas más difíciles del viaje era atravesar un laberinto con siete puertas, cada una de las cuales tenía un nombre que debía ser pronunciado correctamente junto con un encantamiento. Solo si el difunto recitaba las palabras exactas se le permitía continuar. Al final de este recorrido, el alma llegaba a la sala del juicio, donde Osiris y los 42 jueces aguardaban. El corazón del fallecido era colocado en una balanza junto a una pluma. Si ambos pesos eran iguales, el alma era considerada digna de continuar su existencia en el más allá.

Incluso después de haber superado todas las pruebas, la vida en el más allá no era del todo sencilla. Los difuntos debían trabajar para ganarse su sustento, arando y cosechando en campos celestiales. Sin embargo, gracias a las fórmulas del «Libro de los Muertos», podían obtener sirvientes que realizaban estas tareas en su lugar. Quienes lograban utilizar correctamente los encantamientos eran recompensados con abundancia. Podían disfrutar de cerveza, pan y carne, y se les concedía un campo fértil en el más allá. Además, el difunto ganaba la capacidad de entrar y salir del reino de los muertos a voluntad.

El «Libro de los Muertos» era esencialmente una guía práctica para los difuntos, diseñada para ayudarlos a superar los desafíos que encontraban en su viaje al más allá. Cada versión de este libro fue preparada individualmente por escribas, y la calidad variaba dependiendo de la habilidad del escritor. Existen versiones en papiros de gran longitud, así como inscripciones talladas en tumbas y grabadas en lienzos de lino, como el que fue descubierto recientemente.

Estos textos ofrecen instrucciones, conjuros y pasajes que, al ser estudiados hoy en día, nos proporcionan una valiosa comprensión de cómo los antiguos egipcios veían la vida, la muerte y el más allá.

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