En los últimos años, varias figuras prominentes han sorprendido con sus testimonios sobre fenómenos alternativos, revelando la existencia de naves espaciales de tecnología no humana y entidades biológicas de origen extraterrestre.

Entre ellos, un general ruso condecorado ha afirmado que «civilizaciones mucho más avanzadas vigilan la Tierra». Aunque no es el primero en hacer declaraciones de este tipo, lo dicho por él es relevante y destaca por su posición en las altas esferas gubernamentales.

Una sola declaración extraordinaria puede ser difícil de aceptar. Sin embargo, lo interesante del fenómeno OVNI es que cientos de oficiales de alto rango y expertos en inteligencia de todo el mundo han hecho afirmaciones similares. Esto otorga credibilidad, especialmente cuando se acompañan de pruebas como fotos, videos y datos de radar, muchos de los cuales ahora son de dominio público.

A pesar de esto, gran parte de estos testimonios siguen sin ser reconocidos por la opinión pública. En su lugar, los gobiernos monopolizan la información, proporcionando explicaciones «oficiales» que a menudo presentan una narrativa de amenaza, insinuando que estos objetos podrían ser adversarios extranjeros.

Nikolai T. Antoshkin: «Los OVNIs provienen de civilizaciones avanzadas»

El general Nikolai T. Antoshkin, conocido por su heroica participación en la contención del desastre nuclear de Chernóbil, compartió sus experiencias sobre los OVNIs en un documental ruso. Según Antoshkin, estos objetos provienen de civilizaciones avanzadas que supervisan nuestra civilización, especialmente en áreas donde las condiciones son «inestables», como instalaciones de armas nucleares y químicas. Esta afirmación resuena con lo dicho por otros líderes militares.

En 2012, el ex primer ministro ruso Dmitry Medvedev mencionó el documental, señalando que el gobierno ruso es consciente de visitas extraterrestres. Aunque los medios sugirieron que estaba bromeando, la correlación entre OVNIs y sitios nucleares es innegable.

En junio de 2021, Luis Elizondo, exdirector del Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP) del Pentágono, corroboró este fenómeno en una entrevista con The Washington Post. Elizondo afirmó que estos objetos han desactivado y hasta interferido en los sistemas de lanzamiento de armas nucleares, destacando lo que parece ser un «hackeo» en instalaciones militares de máxima seguridad.

Incidentes similares

Casos como el de la Base Aérea de Malmstrom, en Montana, en 1967, y el de la base RAF Woodbridge en 1980, ilustran cómo los OVNIs han interactuado con sistemas nucleares. En Malmstrom, tras el avistamiento de un OVNI, los misiles nucleares se apagaron. En Woodbridge, testigos describieron un objeto brillante que proyectó un rayo sobre las armas nucleares.

El 4 de octubre de 1982, ocho OVNIs fueron registrados sobre el puesto de mando de las Fuerzas de Misiles Estratégicos del Distrito Militar de los Cárpatos, en Rusia. En ese caso, los sistemas de lanzamiento se activaron por completo hasta que los OVNIs desaparecieron.

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Estos incidentes parecen enviar un mensaje: ¿estamos jugando con fuego? ¿O se trata de algo más? La visión de Antoshkin sobre la naturaleza benévola de estos visitantes ha sido compartida por otros militares de alto rango. El coronel Ross Dedrickson, de la Fuerza Aérea de EE. UU., afirmó que los extraterrestres han destruido armas nucleares enviadas al espacio, con el propósito de preservar nuestro planeta. Además, Haim Eshed, exjefe de la dirección espacial del Ministerio de Defensa israelí, también mencionó que los extraterrestres están presentes en la Tierra.

¿Hacia dónde va la divulgación OVNI?

Es probable que los OVNIs se sigan asociando con amenazas extranjeras, especialmente atribuidas a potencias como China y Rusia. Esta narrativa de amenaza podría ser usada para justificar el aumento de la vigilancia y el desarrollo de armamento espacial. De hecho, el Departamento de Defensa de EE. UU. ya ha expresado preocupación por las incursiones de objetos no identificados, lo que podría aumentar la militarización del espacio.

En mi opinión, la narrativa oficial parece un eco del Proyecto Bluebook, que entre 1952 y 1969 investigó los OVNIs con el fin de desacreditar el fenómeno. A lo largo de la historia, los gobiernos han moldeado la percepción pública sobre diversos temas, y no es descabellado pensar que lo mismo sucederá con los OVNIs.

A medida que avanzamos en la «corriente dominante» de la divulgación OVNI, queda por ver si una explicación más allá de nuestro mundo logrará imponerse. Lo cierto es que muchos testimonios de alto rango siguen sin ser reconocidos, lo que plantea la pregunta: ¿por qué deberíamos creer que el tema de los OVNIs será diferente a otras narrativas manipuladas?

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