Uno de los acontecimientos más extraños de la historia del Antiguo Egipto es la desaparición de la Gran Reina Nefertiti tras el duodécimo año del gobierno de Akenatón.

Se le consideró una de las reinas más bellas del antiguo Egipto y era considerada la Reina del Nilo y uno de los personajes más misteriosos de la dinastía egipcia.

Se estima que nació entorno al año 1370 a.C. en la ciudad de Tebas. Fue hija de Ay, un consejero de los faraones pero no se sabe del todo cierto, ya que hay diversas teorías que la consideran princesa siria del reino de Mitanni.

Se casó con Amunhotep IV que una vez llegó al poder deshizo todas las tradiciones religiosas dejando a Atón el dios del Sol como único dios al que adorar. Se cree que podría haber sido por orden de Nefertiti.

Akenatón fue el nuevo nombre elegido para si mismo de Amunhotep IV, y se lo cambió. De esta forma pasó a llamarse <<espíritu vivo de Atón>>. La pareja real creó una nueva capital llamada Amarna.

Los súbditos de Nefertiti discrepaban sobre sus opiniones al respecto de ella. Algunos la odiaban y otros daban su vida por ella. Era popularmente venerada por su elegancia y belleza y criticada por su poderosa influencia, sobre todo por aquellos que adoraban únicamente al dios Atón.

La Reina del Nilo cambió su nombre a Neferneferauten Nefertiti, que significa <<hermosas son las bellezas de Atón, una mujer hermosa ha llegado>>.

La desaparición de Nefertiti

En el arte egipcio se muestra a Nefertiti con sus 6 hijas y que vivía en un matrimonio feliz. Se le representa como una mujer fuerte y empoderada, incluso capaz de asesinar a sus rivales.

La reina de Egipto jamás dio a luz a un hijo varón. Sus seis hijas eran mujeres y los historiadores consideran este hecho un factor clave en su desaparición.

Tras el duodécimo año del reinado de Akenatón, Nefertiti desapareció de los registros. No fue pintada o escrita nunca más.

Se tiene la creencia de que murió de forma natural, pero debería de estar en los escritos o representada en alguna obra. Tampoco se sabe donde fue enterrada ya que la cámara de la reina Amarna está vacía.

Algunos historiadores creen que Akenatón la expulsó de la realeza por no dar a luz a ningún varón. Su único hijo fue Tutankamón y lo engendró una de las consortes inferiores.

Algunos creen que Nefertiti se vistió de hombre para sustituir en el mandato a su esposo Akenatón. Su sucesor fue Semenejkara, uno de los faraones más enigmáticos y de duración más breve y muchos creen que podría haberse tratado de Nefertiti.

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