Según el biotecnólogo detrás de este distópico proyecto, cada edificio podría incubar unos 30.000 embriones de forma anual.
La población global ha alcanzado su punto más alto en toda nuestra historia. Unos ocho mil millones de humanos habitan nuestro planeta y se estima que de ahora en adelante, empiece a disminuir. Es un hecho. Los países desarrollados son los que sufren de una natalidad más baja, y actualmente son cada vez más los países que están adoptando la cultura de no tener hijos. O de simplemente tener uno cuando hace escasas décadas lo normal era tener varios.
Elon Musk es actualmente padre de nueve hijos y ha advertido varias veces de la posibilidad de un colapso demográfico. Para que la economía global no sufra daños en las siguientes décadas se necesita de una población joven activa. Países como Japón, Corea del Sur, España o Portugal ya están viendo el problema de tener una sociedad longeva donde los jóvenes en edad de trabajar no son la mayoría.
EctoLife, ¿el futuro demográfico?
Las cápsulas de crecimiento transparentes de EctoLife pretenden engendrar miles de bebés al años. Esta idea del científico Hashem Al-Ghaili es simplemente un concepto. No hay planes para una construcción a corto plazo.
El vídeo ha sido presentado para enseñar un nuevo modelo de maternidad. Al-Ghaili considera que dentro de unos años se iniciarán estos nuevos nacimientos y que dentro de varias décadas estará generalizado.
Todo esto gira entorno a la idea de que el embarazo es algo agotador por lo que las madres no desean pasar. También que según las actitudes que tenga la madre durante este proceso el hijo podría no tener el mejor comienzo, por ejemplo si la madre fuma.
Recrear las condiciones ideales de gestación en un útero no están muy lejos para la ciencia que tenemos actualmente, según Al-Ghaili. También ha explicado un poco por encima como funcionaría:
Un cordón umbilical artificial proporciona oxígeno y nutrientes mientras el bebé nada en líquido amniótico artificial que se repone constantemente de hormonas, anticuerpos y factores de crecimiento adaptados con precisión. Los desechos de los bebés pueden eliminarse, pasar por un biorreactor y convertirse enzimáticamente en un suministro constante y sostenible de alimentos frescos. Un pequeño sistema de monitoreo también asegura que el cerebro de su hijo reciba la mejor nutrición posible.
Los bebés humanos se encuentran entre los más indefensos y subdesarrollados del reino animal. ¿Por qué no podemos salir del útero y dar nuestros primeros pasos cinco minutos después, como hace un ternero? Es porque nuestros cerebros son demasiado grandes para el espacio entre las caderas de la mujer humana; nacemos crudos, con cráneos blandos y flexibles, varios meses por detrás de otros animales en el desarrollo.
Declaró Al-Ghaili.
EctoLife eliminaría estos límites biológicos haciendo que los bebés naciesen más prácticos. En sus inicios sería para los padres que no pudiesen concebir pero más adelante se abriría al público general con todas las variantes genéticas necesarias para que los recién nacidos lo hagan lo más desarrollados posible.
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