Si existen los agujeros de gusano, la gran pregunta es si permitirían los mensajes desde el otro lado.

Si tienes la oportunidad de caer en un agujero de gusano y viajar distancias inimaginables a través del espacio, lo más probable es que nunca vuelvas a la Tierra, pero podrías tener la oportunidad de decirle a tus familiares que los amas.

Toda esta teoría se trata de especulación, ya que ni siquiera sabemos si existen agujeros de gusano. Aún así, los físicos no han dejado de invertir su tiempo en cómo podrían funcionar los pasajes entre diferentes partes del continuo espacio-tiempo si fueran reales.

En Physical Review D, el profesor Ben Kain y sus colegas de la Universidad de Holy Cross en Massachusetts examinan la cuestión de cómo viaja la información a través de los agujeros de gusano cuando la masa se mueve en direcciones opuestas.

En 1988, después de décadas de debate, el profesor Mike Morris y el premio Nobel Kip Thorne publicaron un artículo en el que afirmaban que la relatividad general teóricamente podría permitir que la materia pasara a través de agujeros de gusano para salir en otra parte del universo (u otros ). Desde entonces, el debate se ha desplazado a la cuestión de si los agujeros de gusano contienen el poder de destruir los organismos que entran en ellos y si es posible viajar en cualquier dirección.

Una característica clave de los agujeros de gusano modelados en tales obras es que parecen ser efímeros. Después de un período de tiempo relativamente corto (al menos en la era espacial), la “garganta” del agujero de gusano se cierra, impidiendo el paso posterior. En la forma más estudiada de agujero de gusano, conocida como agujero de gusano de Ellis-Bronnikov-Morris-Thorne, el agujero colapsa automáticamente cuando la materia lo atraviesa.

Suena demasiado como el sueño de un escritor de ciencia ficción, pero también es lo que han descubierto aquellos que confiaron en el trabajo de Morris y Thorne.

Como resultado, cualquiera que caminase a través del agujero de gusano ya no puede regresar ni contarle al mundo sobre él, y se acerca incómodamente a la descripción estándar de la otra vida.

Llegar allí requiere muchos cálculos complejos, pero Kain y los coautores concluyen que no es del todo cierto. La boca del agujero de gusano se colapsa después de que un pulso de materia lo atraviese, pero antes de que eso suceda, hay tiempo para enviar una señal.

Tales conclusiones se volverían aún más interesantes si se encontrasen pruebas de la existencia de agujeros de gusano.

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